Ayamonte, reconocida universalmente como cuna de pintores, como si fuera una enorme sala de exposiciones, residencia de paletas ilustres que cubren los más diversos estilos, las maneras más variadas de la interpretación de la forma y el color. Ayamonte, especialmente cuando llega el verano se desnuda ante el visitante para ofrecer lo mejor de cada autor, las más variadas personalidades en los mas diversos soportes.
Y estos días podemos disfrutar, recrearnos o dejarnos sorprender por las muchas convocatorias que hay en las salas de las que dispone la ciudad del Guadiana. Desde la ermita de San Sebastián, a las diversas salas de la Casa Grande o a la sala de la cafetería Passage. Autores, formas, temáticas, primacía del color, todo lo podemos encontrar y todo nos puede sorprender, e incluso hacernos reflexionar sobre la evolución de los autores y de los estilos.
Hoy, nos hemos dejado llevar por la convocatoria de Galería Passage, en la Plaza de la Lagunay junto al deleite de tomar un café, charlar con el autor e intentar descubrir alguna novedad en la obra colgada, nos hemos sorprendido. Juan Galán, joven, investigador, autodidacta, y observador de lo que le rodea. Atraido por la escuela ayamontina pero siendo capaz de rebelarse contra el etiquetado y supervivir entre los pinceles y los tubos, el aguarras y los aceites.
Galán cuelga una veintena de obras, en dos formatos: el grande del espectáculo y el colorido y el pequeño, el de la esencia, el detalle, la invitación a la fantasía. Y es una sorpresa para quienes le hemos visto evolucionar, buscarse a sí mismo a través del tiempo y del lienzo. Juan en esta exposición se define de nuevo, se muestra rodeado de naturaleza, de pequeños detalles que hacen grandes los trabajos. Se ve una obra fresca y contemporánea. Una simplificación de espacios que agrandan la mirada. Una colección de detalles que le dan al conjunto una perspectiva nueva, un sello personal, un encanto que se diluye en la marca Ayamonte.
Y quizás la mejor manera de contrastar lo dicho, es darse una vuelta por la Galería Passage e intentar descubrir lo nuevo de Galán, lo último, lo trascendente. Juan abrió la ventana de su laboratorio y dejó escapar su descubrimiento, su esencia, su inquietud, su interpretación de las emociones en la visiones más coloristas. La evolución producto de la inquietud, el deseo de llegar más allá y de tocar con las manos la definición del color y la composición. La obra estará expuesta al público hasta el 29 de agosto. Una oportunidad para recrearse con el nuevo concepto de la pintura del autor ayamontino: